1 Prepárate bien: Haz una presentación sencilla que no distraiga del hilo de tu voz, que es lo importante.
2 “¿Me se escucha?”: Asegúrate de que el sonido es limpio y que te entienden bien. No hay nada más triste que soltar el mejor discurso de tu vida, con el que podrías vender a un tonto un lapiz seguida de un “¿Perdona? Es que se entrecorta y no se ha oído bien. ¿Nos repites, por favor?”.
3 Tu voz es tu cara: Sé MUY expresivo con la voz. Saluda amable y alegre. Los primeros 5 segundos son tu imagen ante una audiencia que no ve cómo o lo que eres.
4 Tu oído es tu vista: Pregunta bien los nombres de tus interlocutores. A todos nos encanta que nos reconozcan.
5 Mantén el hilo: Para evitarlo, cada cierto tiempo un “¿Me seguís?” o “Tenéis la diapo 4 a la vista, ¿no?” vienen bien.
6 Busca feedback dirigido: Cuando proceda, pregunta a la audiencia si están de acuerdo o si quieren opinar. Para ello, usa el truco de los nombres; “Luis, Jua, José, ¿cómo lo véis?” más que un soso: “Bueno, si alguien tiene algo que decir…”.
7 Despaciiiiiiiito: Cuando estás en una call con varios puntos conectados a la vez tómatelo con calma. Prepárate para repetir cosas. Lo importante es asegurarte de que se te ha entendido y no exasperarte.
8 La voz no transmite TODAS las emociones: No pierdas la paciencia y que no te engañe la voz. Recuerda que tu misión es transmitir tu mensaje, llegar a un acuerdo o resolver un problema y que la persona del otro lado desea lo mismo.
9 Mantén la compostura: Lo sé. Nadie te ve, puedes estar leyendo el periodico o incluso chateando. Al final el truco más importante es estar atento a la respuesta de tu audiencia, que es la que te dará la prueba de tu éxito.
En resumen. ¿Sigo odiando las puñeteras telcos? No. No me encantan, pero con estos trucos … a por ellas.