Existen algunas “poses de poder” que elevan tu confianza y desempeño. “La postura afecta la manera en la que pensamos”. “Una de las formas en que moldeamos nuestros pensamientos es a través de los movimientos físicos”. Nuestro cerebro observa tu cara y cuerpo para entender cómo te sientes. ¿Estás enérgico?, ¿Motivado? La productividad realmente se trata de decirle a tu cerebro: “Estoy al mando, me siento bien, ¡estoy listo!”. La forma más fácil de mandar esta señal es a través de tu cuerpo.

Aquí te presentamos tres posturas expansivas que tienen este efecto, ya sea que estés sentado en una junta, hablando por teléfono o trabajando en un proyecto:

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1) Pon las manos en tu cabeza con los codos hacia fuera.  Hacer esto te motiva a sentarte derecho y abrir tu pecho, una postura que facilita que las ideas fluyan. Inténtalo cuando estés pensando en cómo resolver un problema o cuando estés diseñando nuevas estrategias.
2) Descansa un brazo en la silla contigua. Poner un brazo en otro lugar fuera del que tienes designado, como una silla o un escritorio, duplica el espacio que utiliza tu cuerpo, lo que te hace sentir más poderoso. Aplica esta postura cuando hagas una llamada importante, estés en una reunión con clientes o buscando cerrar algún trato para tu compañía.
3) Extiende tus piernas o apóyalas en un reposapiés. Sentarte enfrente del ordenador  restringe la actividad y extensión de tu cuerpo, lo que te hace menos productivo. Por eso, estirar tus piernas de vez en cuando es una forma de contrarrestar este efecto. Prueba a hacerlo cuando respondes un e-mail, contestas una llamada o antes de una reunión.

Cada una de estas posturas permite que tu cuerpo se expanda. Tomar más espacio del habitual le dice a tu cerebro que estás en una posición de poder, lo que te hace más productivo.  Ahora a probarlo.