Antes de hablar en público ¿tienes “el estómago hecho un nudo”?, ¿se te seca la boca?, ¿tienes las manos sudorosas? Es muy habitual que nos pongamos nerviosos ante este tipo de situaciones, de hecho no solo los directivos sino todas las personas que tienen que presentar y dar directrices dentro de su equipo de trabajo…, ven cómo los nervios destrozan su exposición. ¿Cómo podemos garantizar que nuestra intervención sea un éxito? Hay muchas variables a controlar, pero básicamente se engloban en dos grupos:

A) Preparar a conciencia la presentación : Hay que ser metódico y previsor en este sentido, y seguir una serie de pautas que nos den confianza en nosotros mismos. En este caso improvisar no suele ser buena idea.

B) Controlar los nervios durante la presentación: Podemos preparar una presentación brillante, con un soporte espectacular, pero que finalmente sea un desastre. Cuando no controlamos el nivel de ansiedad, y nos ponemos nerviosos, nuestro discurso se verá deslucido y no trasmitiremos seguridad al público.

Podrás ir aplicando de forma secuencial estas cinco técnicas según se vaya acercando el momento de la presentación. Con ellas podrás bajar tus niveles de ansiedad antes de una presentación.

  1. La relajación muscular consiste en ir tensando y destensando de forma consciente los músculos siguiendo un orden determinado. Lo ideal es entrenar esta  técnica durante 15 días seguidos de forma sistemática, para conseguir la automatización del proceso.
  2. La técnica de la visualización positiva, que tanto se usa en el mundo deportivo, consiste principalmente en visualizarse realizando con gran éxito esa presentación y hacerlo de la forma más detallada posible. Imagina la sala donde vas a estar, que ropa llevas puesta, dónde se sienta el público… para después visualizarte realizando tu presentación de forma brillante y consiguiendo tu objetivo. Hazlo sobre todo la noche de antes y un rato antes de realizar la exposición. 

    conference photo
    Photo by boellstiftung
  3. Beber un trago de agua antes de comenzar a hablarnos puede ayudar a conseguir un mejor rendimiento cognitivo y a reducir el nivel de ansiedad.
  4. Finalmente, justo antes de salir a nuestra exposición, respirar profundamente muy despacio, llevando el aire al abdomen, y expulsar el aire muy despacio por la boca, empleando más tiempo en la espiración que en la inspiración, es una técnica para reducir la ansiedad muy eficaz en estos casos, y que está al alcance de todo el mundo, y se puede realizar antes y durante la presentación.
  5. Recordar y repetir unas mantras: “me va a salir bien”, “yo puedo”, “lo he preparado a conciencia”…

¿Qué haces para tranquilizarte antes de una presentación?