En general, procrastinar es un enemigo de tu productividad y te impide aprovechar todo tu potencial.
He recopilado una segunda lista de múltiples estrategias, algunas sencillas y otras no tanto, que combinadas o de forma independiente, pueden ayudarte a reducir bastante tu nivel de procrastinación:
- No tengas miedo a abandonar. Puede que no sea el momento de hacer algo. Esperar no significa procrastinar.
- Gestiona tu energía, no tu tiempo. Es importante que trabajes en tus mejores momentos. Si estás agotado o de mal humor, tus probabilidades de procrastinar aumentan considerablemente. Para tener una mejor actitud, descansa lo suficiente, controla tu nutrición y haz ejercicio.
Photo by sean_hickin - Utiliza la estrategia del calendario. Si tienes que hacer una tarea todos los días, coge un calendario y marca con una X cada día que lo haces. El objetivo es no romper la cadena de equis en el calendario.
- Divide el trabajo en tareas pequeñas. Un proyecto grande y complejo puede resultar abrumador. Al dividirlo en pequeñas tareas consigues ver claro el camino.
- Establece una recompensa para cuando termines esa tarea que se resiste. Motívate pensando en lo que harás después de hacerla. Define tus propios incentivos.
- Haz que sea divertido. Si se trata de una tarea aburrida, busca maneras de hacerla divertida.