En general, procrastinar es un enemigo de tu productividad y te impide aprovechar todo tu potencial.
He recopilado una TERCERA y última lista de múltiples estrategias, algunas sencillas y otras no tanto, que combinadas o de forma independiente, pueden ayudarte a reducir bastante tu nivel de procrastinación:
- Utiliza las palabras adecuadas. Expresa las acciones de forma clara, concisa y motivadora.
- Utiliza una lista de tareas corta. Cuanto más corta sea tu lista de próximas acciones, más fácil te resultará estar focalizado en lo clave.
- Revisa regularmente tus objetivos. Tener siempre presente esa meta debería ayudarte a no procrastinar.
- Trabaja tus hábitos. Si te conoces a ti mismo podrás cambiar tus hábitos y encaminarlos hacia una menor procrastinación y una mayor productividad.
- Evita las distracciones. Cuantas más tentaciones tengas para hacer otra cosa en vez de lo que tienes que hacer, más fácil será procrastinar.
- ¿Tienes un sistema? Si tienes un sistema de productividad personal como GTD, será más fácil que tengas claro qué tienes que hacer y por qué no debes aplazarlo.