Desde mi punto de vista es necesario comprender que un producto/servicio es una oferta viva, que ha de ir adaptándose a las necesidades y requerimientos del cliente. Del mismo modo, no podemos sólo centrarnos en un core de producto sobre el que trabajar, sino que nuestro objetivo ha de ser ampliar el producto/servicio hasta encontrar aquello que lo hace diferencial, ya sea añadiendo atributos físicos o servicios. Al fin y al cabo todo producto tiene un componente de servicios. Hay una serie de principios que se han seguido para construir un servicio y que me permite generalizarlos para otros productos o servicios:
- Entiende a tu cliente.
- Sé relevante para tu cliente.
- Entiende que todo es producto.
- Tu objetivo es vender, y el producto es tu principal argumento de venta.
- No vendas a cualquier precio y a toda costa.
- Ten en cuenta tus recursos.
- Con tu producto también te estás comunicando con tu cliente.
- Prepárate para el fracaso.
La verdad es que estos ocho principios cada uno los puede tomar como quiera.Seguro que otros tienen principios distintos tan válidos como estos.
Lo que para mí sí es clave es algo que no se nos puede olvidar: Si creas un producto/servicio piensa en tu cliente, no en ti. Ten a tu cliente en el centro de todas tus reflexiones, porque es él el que va a mantener tu empresa.
Si te has quedado con ganas de más y quieres aprender más no te pierdas 10 trucos para hacer presentaciones como Steve Jobs.