¿Te has dado cuenta de que cuando estamos inmersos en trabajar por una meta que realmente nos apasiona la mayoría de nuestras preocupaciones parecen desvanecerse?

Nuestra mente tiende a enfocarse en las cosas que nos preocupan cuando no tiene algo más importante que hacer. Las personas  felices suelen decir cosas como: “No tengo tiempo para preocuparme”. Y es cierto, están tan ocupadas persiguiendo sus objetivos y metas que no permiten a su mente que se centre en aquellas cosas que podrían situarlos en un estado “catatónico” de preocupación.

thinking photo
Photo by jDevaun.Photography

Y como en la mayoría de los casos nuestras preocupaciones son cosas que jamás terminan por suceder, esos miedos anticipados terminan por desvanecerse.

Te recomiendo que generes una lista larga de objetivos. Que te apasiones y emprendas la marcha en aras de conseguirlos y de esa manera deja de una vez por todas de preocuparte por tantas cosas.

 Lo que pueda ser solucionado, soluciónalo. Y lo que no dependa de ti, ni tan siquiera merece la pena que le dediques un solo segundo a pensar en ello. No solucionarás nada pensando en ello, y todo lo que conseguirás es afectar negativamente tu estado emocional. Somos lo que pensamos. Lo que piensas se interioriza en tu cuerpo y al final piensas mal y te sientes mal-

Ocúpate en lo que te apasiona… y conseguirás eliminar en gran parte tus preocupaciones.